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Más comúnmente conocido como «anime bishonen» -aunque algunas definiciones distinguen entre el «niño bonito» y el «bishonen» basándose en la androginia-, el anime de «chicos guapos» ha poblado el medio desde hace muchos años. Originalmente compuesto por títulos shojo y josei, su adscripción a un género específico se ha ido dejando de lado a medida que el anime de chicos guapos se ha ido asociando también con historias de acción y deportes. Como su nombre indica, estos anime suelen estar protagonizados por un grupo de jóvenes guapos y se centran en las relaciones entre ellos.
Aunque a veces pueden ser menospreciados por su tendencia a apostar por la estética más que por la narrativa, muchos de los anime de chicos guapos -incluso algunos de los clásicos- tienen algo más que ofrecer que hombres guapos y ‘yaoi baiting’. Si bien es cierto que normalmente atraen a un público casi totalmente femenino, dispuesto a dejarse «embarcar» por la mayoría de los personajes, también permiten investigar la libertad de expresión, las amistades y los temas LGBTQ+. Muchas obras recientes han conseguido atraer a un público más amplio gracias a su explotación de otros géneros, especialmente los deportes. He aquí algunas de las mejores.
Ouran High School Host Club: El arquetipo de anime de «chicos guapos» que sigue vigente
Cualquier debate sobre el anime bishonen tiene que empezar por Ouran. Aunque puede que no sea el primer ejemplo, es el más antiguo que sigue teniendo valor. En Ouran High School Host Club, la joven protagonista, Haruhi Fujioka, se ve obligada a unirse a un club en el que un grupo de chicos guapos entretienen a sus compañeras para divertirse. A medida que avanza la serie, además de los trucos cómicos, se hace especial hincapié en los lazos entre Haruhi y los chicos y en cómo ella ayuda a cada uno de ellos a crecer de diversas formas.
Además de ofrecer notables ejemplos de gran escritura de personajes, Ouran también presenta uno de los primeros ejemplos de una protagonista de género fluido o no binario. Aunque nunca se hace explícito, el hecho de que Haruhi no quiera definirse como hombre o mujer lo dice todo. Del mismo modo, los demás personajes de la serie no tienen reparos en vestirse como mujeres o jugar con su libertad de expresión. La belleza de Ouran radica en la franqueza que muestra este grupo de jóvenes respecto al género, la expresión y la sexualidad. Por no hablar de lo sobresaliente que resulta que el anime se emitiera por primera vez en 2006 y el manga se remonte a 2002.
Bungo Stray Dogs demuestra que «chicos guapos» no tiene por qué ser sinónimo de mala vida
Bungo Stray Dogs brilla por muchas razones, entre ellas la impecable animación de Studio Bones y la peculiar premisa de la serie. En el Tokio actual, unos personajes con superpoderes llamados «dones» trabajan para una Agencia de Detectives Armados encargada de luchar contra los criminales. Sin embargo, lo que lo hace único es que cada personaje lleva el nombre de un escritor famoso, cuya vida u obras sirven de inspiración para su superpoder. El anime es una fantasía literaria repleta de acción, en la que Dazai Osamu lucha contra Dostoievski y Edogawa Ranpo es a su vez un brillante detective.
El diseño de cada personaje se explota al máximo: los cortes de pelo, los uniformes y las actitudes son elegantes, extravagantes o simpáticos, pero siempre atractivos. Dejando a un lado a los hombres guapos, lo que hace que Bungo Stray Dogs destaque es el cuidado que se presta a los entresijos de sus tramas, la profundidad de los trasfondos e historias personales de sus personajes y el sabor literario, que nunca deja de sorprender. Con cada nuevo personaje que se presenta, se invita al público a encontrar la conexión entre su opus y su «don», así como su historia. Por supuesto, tampoco está de más que el anime sea un festín visual de acción trepidante.
Anime deportivo donde brillan los chicos guapos: Free!, Sk8 the Infinity, Yuri!!! on Ice
Sin embargo, el género que se ha convertido casi en sinónimo del anime de chicos guapos es el anime deportivo. Desde Haikyuu!! hasta Blue Lock, parece que estas series -dominadas casi exclusivamente por hombres- no pueden escapar a la tentación de convertir a sus protagonistas en Adonis. Un buen ejemplo de ello es la obra maestra de Kyoto Animation, el anime de natación Free! de 2013. El estudio debía saber lo que hacía cuando decidió escribir un anime deportivo sobre nadadores, que inevitablemente están semidesnudos la mayor parte del tiempo. Sorprendentemente, sin embargo, el atractivo de la serie no termina ahí.
Para un anime sobre un deporte que exalta al individuo, Free! superó un obstáculo casi insalvable cuando logró convertirse en un programa sobre la amistad. Y sin embargo, eso es exactamente lo que es esta serie: practicando juntos y formando un equipo de relevos, Haru, Makoto, Nagisa y Rei superan traumas del pasado, crecen como personas y como amigos, y se apoyan mutuamente en todo ello. Aunque conserva toda la emoción de la competición, Free! tiene una cierta suavidad. Hay dulzura a la hora de tratar a los personajes y sus relaciones, y se toma su tiempo para explorarlos y desarrollarlos. Es un espectáculo conmovedor, con la ventaja añadida de una animación sublime.
Una obra más reciente, Sk8 the Infinity, de 2021, comparte parte de la dulzura de Free! a la vez que explora otros temas, con evidentes matices LGBTQ+. En Sk8, Langa, un estudiante de secundaria, se traslada de Canadá a Japón y se hace amigo de Reki, un chico de su edad que le enseña a montar en monopatín en la soñadora Okinawa bañada por el sol. Aunque las carreras clandestinas de patinaje ofrecen una importante fuente de entretenimiento, el espectáculo gira realmente en torno al floreciente vínculo entre Reki y Langa. Además de explorar el viaje de autodescubrimiento de Langa, que parece enamorarse de Reki, la serie no es tímida a la hora de apoyar la libre expresión. Todo el mundo en el anime es un marginado de algún tipo o vive una doble vida. El patinaje, por tanto, se convierte en el lugar de la libertad, el autodescubrimiento, la alegría y la juventud.
Yuri one ice el bishonen perfecto
Por último, quizá la serie que consiguió conjugar todos los elementos para incluir un romance explícito entre personas del mismo sexo, Yuri!!! on Ice se estrenó en 2016 y se ganó al instante el estatus de culto. Con su conmovedora historia sobre un joven patinador en camino de redimirse de los fracasos del pasado, el programa explota el patinaje sobre hielo para hablar de pasiones, relaciones, decisiones que cambian la vida y llegar a la edad adulta. Podría decirse que es uno de los pocos anime de deportes que realmente rinde homenaje al deporte tal y como es, fiel hasta la exageración. Pero también es un romance y una historia sobre la elección del tipo de persona que uno quiere ser y la vida que quiere llevar, con valores y todo. Dados sus personajes principales LGBTQ+, su bella animación y su emotivo recorrido, no es de extrañar que Yuri!!! se convirtiera en un clásico tan rápidamente.
Hay más series dignas de una lista sobre anime de chicos guapos, antiguas y nuevas, pero está claro que estas series son mucho más que un simple caramelo para la vista. Tanto si tratan sobre la amistad o la libertad, como si mezclan acción e historia o toman decisiones rompedoras, todas tienen algo que aportar al género, tanto que a veces el elemento de los chicos guapos no es más que un añadido.
