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Tan horripilante como misterioso, Muzan Kibutsuji es el mal supremo en el mundo de Kimetsu no Yaiba. Muzan es el demonio original y, por tanto, el Rey de los Demonios. Su reinado de terror en Japón ha durado 1.000 años. Un monstruo cuyo poder hace que incluso los demonios más mortíferos tiemblen de miedo en su presencia, Muzan es casi inmortal en el verdadero sentido de la palabra. Capaz de sobrevivir a la decapitación e incluso a la destrucción total de su cuerpo, y con la capacidad de crear y controlar demonios, siendo de los 10 demonios mas poderosos. Y sin embargo, a pesar de ser el Rey Demonio y el mal encarnado, Muzan, como todos los demás demonios, fue una vez un humano.
Hace aproximadamente 1.000 años, durante el Periodo Heian de Japón, Muzan Kibutsuji fue declarado mortinato después de que su corazón dejara de latir varias veces dentro del vientre de su madre. Cuando estaba a punto de ser incinerado, Muzan tosió y se retorció en la pira, lo que indicaba que este joven infante enfermo aún tenía voluntad de vivir. Sin embargo, Muzan nunca escaparía del todo a su íntima relación con la muerte, ya que más tarde se le diagnosticó una enfermedad terminal que acabaría con su vida antes de cumplir los 20 años. Negándose a rendirse a la muerte, Muzan buscó a un médico que intentó darle unos años más de vida experimentando con él.
Por que muzan se convirtió en demonio
Después de que el médico tratara a Muzan con una medicina hecha de una flor conocida como Lirio Araña Azul, Kibutsuji se enfureció por la falta de resultados y asesinó a su médico. Sin embargo, en cuanto Muzan derramó la sangre del médico, se dio cuenta de que había adquirido una fuerza increíble e inhumana. Además, Muzan se dio cuenta instintivamente de que moriría si alguna vez se exponía a la luz del sol. La medicina que el médico había elaborado con el Lirio Araña Azul le había otorgado la inmortalidad, transformándolo en el primer demonio del mundo.
Rápidamente, Muzan empezó a ansiar la carne humana y no tuvo ningún problema en devorar humanos para calmar su hambre. Sin embargo, aunque Kibutsuji aceptó abiertamente los dones y los costes de convertirse en inmortal, siguió humillado por su incapacidad para sobrevivir a la exposición a la luz del sol. Muzan había pasado toda su vida a las puertas de la muerte, y ahora que la muerte inminente ya no se cernía sobre él, se encontró atrapado por su nueva debilidad, sólo capaz de vivir su vida en la oscuridad. Muzan estaba embriagado por su inmenso poder como demonio, pero se negaba a aceptar otra cosa que no fuera la inmortalidad total como ser perfecto, de modo que la muerte seguiría siendo para siempre una extraña para él.
Cual Objetivo de muzan como demonio kimetsu no yaiba
Tras haberle sido concedida la inmortalidad por el Lirio Araña Azul, Muzan trató de replicar el trabajo de la doctora con la flor para encontrar una forma de eliminar su debilidad a la luz solar. Por desgracia para el Progenitor de los Demonios, las notas del médico no eran concluyentes, ya que la información sobre la ubicación de la flor y cómo utilizarla había muerto con él. En los 1.000 años transcurridos entre su renacimiento como demonio y los acontecimientos de la actual Kimetsu no Yaiba, Muzan nunca fue capaz de localizar el Lirio Araña Azul.
Al principio, Muzan empezó a crear más demonios con la esperanza de que alguno naciera con inmunidad a la luz del sol, pero también empezó a utilizarlos para otras tareas. Los altos rangos de los Doce Kizuki son los únicos demonios en los que parece confiar o a los que casi aprecia. Es evidente que Muzan tiene debilidad por Akaza al permitir que se niegue a hacer daño a las mujeres y confiarle la búsqueda del Lirio Araña Azul..
Mientras que los asesinos de demonios e incluso los propios demonios temen con razón al Rey Demonio, el único temor de Kibutsuji es volver a convertirse en la criatura débil y moribunda que fue en su juventud. Y aunque se regodea en la sangre y el sufrimiento que él y sus demonios han provocado, no está interesado en conquistar o destruir; sólo quiere convertirse en el ser perfecto. Durante su larga vida ha cometido innumerables actos de inenarrable maldad, pero su motivación es totalmente humana: tiene miedo a la muerte.
